Cuando ya no te sientes tú mismo

Hay temporadas en las que te miras al espejo y no te reconoces del todo.

No de manera dramática. No es que algo esté mal.
Solo… diferente. Desfasado. Como si tu piel ya no te quedara igual.

Quizás las cosas que antes te encendían ya no te hacen vibrar.
Quizás tu energía está más baja, tu paciencia más corta, tus metas más borrosas.
No estás roto — estás cambiando.

Y ese espacio intermedio, donde ya no eres quien fuiste y aún no eres quien estás por ser…
Ahí es donde se pone silencioso. Raro. Incómodo.

A la mayoría nos enseñaron a entrar en pánico en ese “mientras tanto”.
Tratamos de acelerar la próxima versión.
Tratamos de “volver” a lo conocido.
Pensamos que si arreglamos unas cuantas cosas, todo volverá a sentirse normal.

Pero… ¿y si no hay regreso?
¿Y si sentirte “fuera de lugar” es justo la señal de que estás creciendo?

Está bien extrañar a tu antiguo yo, aunque sepas que ya lo superaste.
Está bien sentirte inseguro, incluso mientras te vuelves más tú.
Está bien estar un poco perdido — porque el proceso de convertirse no siempre es claro.

Así que aquí va tu recordatorio de hoy:

No necesitas entender completamente esta versión de ti.
Solo necesitas quedarte con ella.

Sé amable con la parte confundida.
Dale espacio a la parte incierta.
Háblale con ternura a la parte que no sabe qué sigue.

Esto no es desmoronarse. Es un reacomodo.
No estás perdido. Te estás reordenando.

Y muy pronto, conocerás a la versión de ti que este momento está construyendo en silencio.

Quédate.
Seguiremos construyendo desde aquí.

Angel Cosio

No hay mejor momento que este momento

Si estas interesado en el campo de estudio de la espiritualidad, conciencia y desarrollo humano suscribete a nuestro boletin mensual.

"Soy grandeza en armonía permanente"